Una startup no tiene que ser rentable. ¿O sí?

Juan Mora-Figueroa
2 min readSep 6, 2021

No siempre, al menos.

El objetivo último de una empresa es generar valor para sus accionistas y esto requiere que sea rentable. Pero el camino hasta la rentabilidad de una empresa, puede (o incluso debe) pasar por etapas de resultado negativo.

La rentabilidad de una empresa es el escenario en el que los ingresos superan los gastos, fácil. Pero la rentabilidad de una empresa se puede medir en varios niveles y en este artículo vamos a centrarnos en dos de ellos:

  • Margen bruto: diferencia entre los ingresos y los gastos directamente relacionados con la obtención de ventas.
  • Ebitda: diferencia entre los ingresos y todos los gastos de la empresa, excepto la amortización de activos y los intereses de deudas.

De estos dos niveles, el Ebitda sería el que normalmente utilizaríamos para medir la rentabilidad de una empresa, sin embargo, en las etapas más tempranas de una empresa, cuando el objetivo principal es validar un producto y crecer, no es buena idea mirar el Ebitda.

Cuando una empresa está empezando, habitualmente incurrirá en gastos que le permitan desarrollar un producto y hacerlo visible, antes incluso de empezar a venderlo y mucho antes de que el nivel de las ventas de ese producto alcance un volumen suficiente como para superar los gastos necesarios para que la empresa crezca.

En etapas iniciales o de crecimiento agresivo, debemos prestar atención a otras rentabilidades:

  • Rentabilidad del producto.
  • Rentabilidad comercial.

La rentabilidad del producto es importante porque si bien aun no necesitamos que las ventas en su totalidad superen los costes, cada una de esas ventas si debe dejar un resultado positivo, de forma que cuando estas aumenten, vayan siendo capaces de soportar los costes.

La mejor forma de medir la rentabilidad del producto es con el margen bruto.

La derivada de esto, sería analizar si la inversión en marketing para obtener ventas adicionales, compensa. Y la forma de medirlo es comparar el margen bruto de las ventas adicionales generadas, con el coste de la campaña.

Si el margen bruto de nuestro producto es positivo y la inversión en ventas adicionales es rentable, llegará un momento en que las ventas aumentarán hasta un nivel en que la empresa también será rentable en su conjunto.

Esto es lo que se conoce como escalabilidad y es sin lugar a dudas, el atributo más valioso en una startup. Es lo que le da sentido a hacer crecer una empresa e invertir en ella. Es lo que justifica el 90% de las rondas de financiación de startups.

Por desgracia, medir la escalabilidad no es tan fácil como medir el margen bruto o el ebitda y requiere modelos financieros algo complejos. Para ello, en subscribe.finance ofrecemos modelos financieros gratis que pueden ayudar a emprendedores a medir la escalabilidad de su empresa.

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